jueves, 12 de abril de 2012

Hechos de los apóstoles (4,1-12):


Estaba estudiando la palabra que la iglesia nos regalaba para el día 12 de abril y me concentré sobre todo en la lectura de los hechos de los apóstoles. Vemos un acto de fe, un "salto de fe" en palabras del danés Soren Kierkeegard que hacen estos hombres al enfrentar al pueblo judío y a los sumos sacerdotes: "enseñaran al pueblo y anunciaran la resurrección de los muertos por el poder de Jesús" Esta es la verdad que ellos anunciaban abiertamente, el hijo de Dios, Jesucristo tiene el poder de sanar, de curar mi vida, reconciliarme con mi historia, permitirme ser parte de ella y aceptarme, es decir amar quién soy, muchas veces pese a lo que soy. Jesucristo nos rescata, nos ama y nos llama. 


Vemos en la lectura las consecuencia de tal acto de fe: "los metieron en la cárcel hasta el día siguiente"  Este hecho me hacía pensar lo mucho que me cuesta pasar necesidad por amor a Dios, cuanto me revelo día a día, como le digo "no" al rechazarme a mi mismo, al prójimo, etc. La precariedad es algo que buscamos evadir aunque, vivida de manera cristiana y por amor, toma otro sentido. 


Por otro lado me identificaba, personalmente, con los fariseos que encarcelaban a estos hombres por la razón citada por Simón: "Porque le hemos hecho un favor a un enfermo, nos interrogáis hoy para averiguar qué poder ha curado a ese hombre" Esa hipocresía de esos hombres es la misma que me acompaña a mí día a día; en ningún momento pensaron los sumos sacerdotes en el bien hecho, en la persona curada, ellos estaban cegado buscando proteger su poder, sus intereses, su lugar de privilegio. Muchas veces no hacemos, no hago mas que pensar en mí mismo, en lo que quiero, en lo que me conviene y jamás pienso en el otro, es decir solo busco mi propio interés y eso es terminal.


 El filósofo alemán, Martin Heidegger, expresaba que el hombre es un "ser para el otro", es decir que se realiza como tal en comunidad con los otros hombres. Misma idea tenía Emmanuele Mounier, fiel representante del personalismo el cual expresaba que "el hombre se conoce a si mismo cuando conoce a los otros". Aquí no interesa tanto la filosofía como la idea de que el ser humano debe abrirse al otro (marido, esposa, hijos, Dios) para encontrarse a sí mismo así como su lugar en el mundo.


De todas maneras, ojalá que todos podamos llenos de Espíritu Santo hacer eco de las palabras que Simon Pedro, el primer Papa de nuestra iglesia, pronunció lleno de fe: "Quede bien claro a todos vosotros y a todo Israel que ha sido el nombre de Jesucristo Nazareno, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de entre los muertos; por su nombre, se presenta éste sano ante vosotros"

miércoles, 11 de abril de 2012

La mujer


Podemos comenzar por preguntarnos ¿Por qué escribir un artículo sobre la mujer? Personalmente considero que las sociedades modernas de todos los países atraviesan actualmente crisis de diversa índole: valores, educación, amor, justicia, etc. Existe hoy día una realidad crítica que nos lleva a preguntarnos ¿Hacia dónde vamos? ¿Qué está ocurriendo? ¿Qué está fallando? Existen ciertos pilares en la sociedad, en la vida de cada hombre que no debe faltar ya que, de ser así generará una crisis en lo mas profundo de su ser, en palabras del filósofo danés Soren Kierkeegard, en su "ser óntico", es decir, en su ser persona.

Las consecuencias de las carencias de valores, fines, metas del hoy las vemos a diario: violencia, muerte, opresión, dolor, sufrimiento. Pienso que en esto todos podemos llegar a coincidir. Donde pueden haber distintos puntos de vista es en cuanto a las causas, es decir ¿Cómo se llegó a esto?¿Qué valores se han perdido? ¿Qué debemos recuperar? Pienso que algunos de los pilares principales  que se deben solventar son: la fe, la familia, la educación, etc. Pero, en este artículo quiero destacar un pilar que ha sido desplazado de la sociedad y que no he mencionado anteriormente o, tal vez, se encuentra implícitamente dentro de lo que es la familia y al cual no se le ha dado la importancia que realmente tiene que es: La mujer.


¿Por qué la mujer? Expresa el libro del génesis: "hombre y mujer Dios los creó" (GEN 1,27) La mujer desde siempre ha estado en el plan de Dios, al igual que el. De hecho tiene la misma dignidad que este último: "a su imagen y semejanza Dios lo creó" (GEN 1,26) Lo que debemos entender es que existe una igualdad  entre ambos ya que son creación de Dios, hijos suyos. Esta realidad (igualdad) no es visible hoy día. Desde los parlamentos que deberían ser sedes de la democracia vemos el bajo número de mujeres senadoras, diputadas y con altos cargos.

Existe una dominación del hombre del ámbito público, socio-económico; en esto último creo que todos coincidimos en mayor o menor medida. Basta solo con observar las listas de personas más ricas del mundo, digo esto solo para tener varios indicadores, en su gran mayoría las personas mas "poderosas" económica y políticamente son hombres. Podemos ver que existe un desorden, es decir, la igualdad no existe en la práctica, ni siquiera en el pensamiento de muchos hombres de hoy día. La fe nos dice que la madre de Dios es una mujer, Dios elije venir al mundo en la fragilidad de un niño nacido de una mujer: "Y el ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios: concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande y será llamado Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará eternamente sobre la casa de Jacob, y su reino no tendrá fin" (LC 1, 26-30) Entonces desplazar a la mujer, quitarle importancia es negar la realidad que nos muestra que una mujer es madre de Dios y que, por otro lado una mujer es nuestra madre. ¿De quién hemos nacido? ¿Quién nos gestó? Debemos reflexionar sobre esto.


La realidad nos muestra que la mujer ha sido desplazada del ámbito público; pero no es esto último lo que debe preocupar al hombre sino, mas bien el hecho de que la misma ha sido removida como pilar clave en la única institución que en la actualidad puede salvar a la sociedad: la familia. ¿Qué es la familia? Este es el lugar en el cual crecemos, aprendemos los valores básicos para convivir en sociedad, allí mismo encontramos consuelo ante nuestras caídas, apoyo, respaldo y comprensión. Sin lugar a dudas son muchas las cosas que recibimos junto a nuestros padres pero...¿Qué ocurre cuando falta este pilar? ¿Quién salva a la sociedad, al hombre si la familia se destruye desde su seno? Existe un proverbio mexicano que expresa: "Toda familia se asienta en una mujer" ¿Qué sucede cuando se olvida esto? Recemos a María, madre de Dios y madre nuestra para que podamos ser humildes y que nuestra familias sean cristianas asentadas en el amor de Cristo y de su santa madre, María.


lunes, 9 de abril de 2012

La conversión (1 parte)


Ga 1, 23

"El que antes nos perseguía ahora anuncia la buena nueva de la fe que entonces quería destruir"




¡Qué hermoso que es este versículo, qué gran contenido, cuánta verdad hay en él! La cita anterior hace referencia a San Pablo y a su bendita conversión a la fe cristiana. Era él un perseguidor de los cristianos, se burlaba de ellos e incluso los asesinaba. Sin embargo, nos dice el capítulo nueve de los hechos de los apóstoles: "Y sucedió que yendo de camino, cuando estaba cerca de Damasco, de repente le rodeó una luz venida del cielo; cayó en tierra y oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿Por qué me persigues?" Realmente este hecho marcó su vida para siempre ya que desde entonces dedicó su vida a anuncia la buena noticia, a decir al mundo Jesús es el hijo de Dios y ha muerto por amor a tí. Este ejemplo de conversión es bellísimo y alentador.


 A veces pensamos ¿Por qué yo voy a ser llamado por Dios? ¿Realmente existe Dios? ¿Por qué se fijaría en mí? Estas son solo algunas de las posibles preguntas que nos podemos hacer. Cada uno de nosotros nos las hacemos diariamente y muchas veces no encontramos una respuesta.  Pero verdaderamente tienen respuesta cada una de las preguntas anteriores así como las dudas mas profundas que podamos tener sobre nuestra vida, sufrimientos y un gran etcétera de cuestiones. ¿Por qué yo voy a ser llamado por Dios? Esta pregunta hace eco del salmo 8 que expresa: "¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él?" Con respecto a esto nos dice el profeta Jeremías 1, 4-5: "Te conocí desde antes que fueses concebido" Dios nos ha amado desde siempre, no es algo que debamos saber o recordar tanto como algo que se debe sentir en nuestro corazon. No nos basta con sabernos amados, necesitamos sentirnos amados y, este amor, solo lo descubriremos en lo profundo de nuestro corazón.


¿Por qué se fijaría en mí? Habiendo tantos hombres y mujeres en el mundo ¿Por qué me escucharía a mí? Esta es una pregunta posible y probable pero se responde de manera simple. Si una madre tiene muchos hijos ¿Acaso no querrá y amará y escuchará a cada uno de ellos por igual pese a que sean muchos? Si un ser humano, si una "vasija de barro" débil y pobre como cada uno de nosotros es capaz de hacer el bien y sembrar amor ¡Cuánto más Dios! En lugar de justificar nuestra falta de fe deberíamos preguntarnos ¿Qué hecho tiene que  ocurrir en mi vida para que yo crea? ¿Cómo debe manifestarse Dios en mi historia? Esta es una gran pregunta  y, generalmente genera problemas. 

El profeta Isaías nos dice que: "Porque mis pensamientos no son como vuestros pensamientos; ni vuestros caminos son mis caminos, dijo el SEÑOR.
Como son más altos los cielos que la tierra, así son más altos mis caminos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos" ¡Vaya palabra de Dios! ¿Qué le pido yo a Dios? ¿Qué le exijo? Seguramente a diario le reclamamos una cantidad infinita de cosas que quisiéramos ser o tener y que no lo obtenemos y entonces ya decimos: Dios no existe. Sin embargo, tal vez el problema sea que no aceptamos aquello que no estaba en nuestros planes. 

De hecho decimos que algo esta mal sencillamente porque no esperábamos que se diera así; solo porque no lo tenemos planificado en nuestra pequeña mente decimos "esta mal", "Dios es malo conmigo". Debemos ser sinceros en lo profundo de nuestro corazón y pensar que mucho de lo que pedimos puede no ser lo mejor para nosotros y, de hecho puede por terminar de extraviarnos. Dios actúa, el problema, lo que nos ciega es que actúa no acorde a nuestros deseos ya que él no nos da lo que queremos sino lo que necesitamos: "Puede ser que tú no me conozcas, pero Yo sé todo acerca de ti" (Salmo 139,1) Dios, que es un Padre, conoce a cada uno de sus hijos; me conoce a mí y te conoce a tí. El sabe quién soy yo y quién sos tu: "Mas vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho. Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen" (JN 10,26) 

¡Qué palabras más hermosas! Solo falta que la recibamos en nuestro corazón y la acojamos en nuestra vida, en el sufrimiento y, de igual forma en las alegrías. Este tema, el de la conversión es muy importante para la vida de cada hombre ya que de Dios venimos y hacia él vamos. A algunos les falta un poco más, tal vez a otros algo menos de tiempo pero, en concreto todos moriremos y, algún día comprobaremos si Dios existe con nuestros propios ojos, consciencia... Este tema es muy rico, hay mucho amor para recibir, muchas verdades para meditar. Oremos para que el Señor nos ilumine, nos regale la fe y podamos encontrar el sentido de la vida, el camino: "Me enseñaras el sendero de la vida" (Salmo 15) Continuaremos con este hermoso tema pronto. La paz.

El "superhombre"

 Un reconocido filósofo alemán del S XIX llamado Friedrich Nietzsche acuñó un término que hoy día refleja de manera perfecta la actitud del hombre frente al mundo, al otro. Este hablaba del "superhombre" para referirse al estadio de la sociedad y del hombre en el cual ya no habrían valores objetivos tales como la vida, el amor, la justicia, el derecho sino que todo quedaba sujeto al libre arbitrio del hombre, siendo este último quien decida qué es la vida, quién es hombre, quién merecer vivir, etc. Vemos a este tipo de persona reflejado en la sociedad de nuestros tiempos, tal vez, incluso en nuestras propias vidas, en nuestro "yo". Pareciera como que no existe un rumbo, un camino, una verdad, una meta, en fin, un objetivo para nuestras vidas.

¿Para qué he nacido? ¿Cuál es la verdad que mueve mi vida? ¿Qué es la verdad? Pareciera que en la actualidad hay tantas verdades como hombres sobre la tierra. Hemos llegado a un nivel de subjetivismo-nihilismo terminal para las sociedades y personas de nuestro tiempo. Asistimos a una filosofía pesimista, destructiva, aniquiladora de la trascendencia del hombre, trascendencia, vida que es propia de su naturaleza. Se cumple hoy la palabra de San Pablo: "Si Cristo no resucitó comamos y bebamos que mañana moriremos" (1 COR 15, 32)

Pareciera que hoy todo el mundo trata de vivir una vida de libertinaje, no libertad, libertinaje. La diferencia entre estos dos términos radica en que no puede haber un real y sincero acto libre que te haga esclavo del pecado, de la muerte y que te lleva a la angustia, desesperación. No debemos pensar que una persona que se destruye a si misma es realmente libre. Lo que no logramos diferenciar hoy día es lo que expresa San Pablo: "Todo me es lícito mas no todo me conviene" (1 COR 10, 23) En un momento de la historia del hombre en donde todo lo puedo, a todo se me llama (sexo, borrachera, drogas, etc) y en el cual la verdad radica en la persona, en las modas, en los pareceres de cada uno, el hombre se pierde ante la crucifixión y negación de la verdad objetivizada, superior, única que es Cristo, hijo de Dios.


"Yo soy el camino la verdad y la vida" (JN 14,6) No hay mas verdad ni otro camino que no sea el señalado por el hijo de Dios...De otro modo ¿A quién seguiremos? ¿Quién nos señalará cuál es el camino?¿Quién nos señalará cuál es la verdad? ¿Nosotros mismo acaso? ¿Tal vez el otro? Vemos que la sociedad se derrumba desde lo alto, desde las altas jerarquías, desde las leyes que son sancionadas por los parlamentos del mundo. En estos habita el "superhombre" mencionado por el filósofo. ¿Cómo es este hombre? Es un ser que piensa que puede decidir qué es la vida, quién es personas, en fin, quién merecer vivir. Ejemplo de esto son aquellos países que han legalizado el aborto que no es mas que el asesinato del niño no nacido en el vientre de su madre.

La solución nunca puede ser la muerte, no podemos construir una sociedad con ejemplos como estos porque, de otra manera, fomentaríamos la tan divulgada "cultura de la muerte", del pesimismo, etc. También se decide en los parlamentos qué es el matrimonio. Contra toda acto natural promueven leyes que aceptan y fomentan la unión de personas del mismo sexo señalándolo como algo "normal", "natural". Es antinatural y anormal que dos hombres o dos mujeres se casen, tengan relaciones sexuales ya que incluso su cuerpo ¡La misma naturaleza humana señala la anormalidad y morbosidad de la relación sexual homosexual! El cuerpo humano del hombre fue creado para unirse al de la mujer "y ambos se harán una sola carne" (EF 5,31) No hay mas verdad que esta última.

 El tema es que, las mas de la veces, se busca "conformar" a ciertos sectores, obteniendo el favor de determinados grupos que, en el futuro próximo, pueden significar votos a favor en una elección y, como consecuencia de esto, tal vez la presidencia, el senado, etc. El hombre pone por delante de la verdad, del bien común, su propio bien, sus propios intereses llegando incluso a sacrificar la verdad y relativizándola de manera tal que hoy día hacemos eco de las palabras de Pilato "¿Qué es la verdad?"

domingo, 8 de abril de 2012

Hombre y mujer Dios los creó


Hoy día asistimos a la destrucción de la sociedad, de la familia e inclusive de la persona. El ser humano se encuentra "muerto" desde lo mas profundo de su ser. Sin expectativas, sin ilusiones, sin apoyo vemos a diario a miles de personas a las cuales se les puede preguntar para qué viven y responderían con un silencio o con alguna respuesta simple para quitarse el problema. Lo cierto es que hay una carencia de valores, de expectativas, de razones para vivir.

Mucho de esto (valores, apoyo) se obtiene desde la familia, en la familia. Pero somos testigos de la destrucción de la misma desde su seno interno, desde el núcleo conyugal del hombre y de la mujer. Miles de divorcios, separaciones se dan a diario como consecuencia del engaño al que estamos sometidos, engaño que nos dice que solos podemos salir adelante, que no necesitamos de nadie, etc...Esto es una mentira que ha destruido a miles de personas. Dice San Pablo: "Caritas Christi Urget nos" , realmente el amor de Cristo nos urge para que podamos dejar de vivir para nosotros mismos y vivir para el amor hecho hombre que es Jesús manifestado en el prójimo (esposo, esposa, hijo). Hoy día vemos como muchas personas se encuentran perdidas en las calles drogadas, prostituyéndose o realizando tantas otras cosas que no hacen mas que extraviarlas por completo. Estas solo buscan la felicidad que únicamente emana de Dios que es la fuente viva de amor.

En esta entrada quiero hacer referencia a la importancia de la mujer para revertir esta situación catastrófica que mencioné anteriormente. La salvación del hombre en su ser mas profundo radica en la mujer. Dios le ha dado a esta el don de ser portadora de vida: "multiplicaré tus dolores en el parto, y darás a luz a tus hijos con dolor" Dios la ha dotado con la gracia de dar a luz, de dar el fruto del amor que son los hijos y, al final serán estos los que mantienen al hombre como especie viva en el planeta. 


Podemos preguntarnos ¿Qué ha pasado con la familia? ¿Qué ha pasado con la mujer?¿Y qué hay del hombre? Vemos hoy día que ya no importa tanto el ser madre como el ser una gran profesional. La mujer debe realizarse como persona a través del empleo claro esta, pero no debe olvidar la inmensa gracia que ha recibido, la de ser madre y principal educadora de sus hijos. Vemos que el hombre naufraga ante la mayor independencia de la mujer, este se siente impotente ya que no la puede dominarla como lo hizo durante gran parte de la historia a través de las comunidades patriarcales y tantas otras formas de "machismo revestido" y aquí está el error.


 El hombre no debe buscar superar a la mujer ni dominarla, dice Dios: "ambos se harán una sola carne" Entre ellos debe existir una relación de complementariedad, no de competencia ni aún menos de dominación ya que el hombre necesita de la mujer para realizarse, solo esta puede llevarlo a cumplir la voluntad de Dios en su historia, solo a través de esta se salvará. Vemos qué dice Adán en el génesis con respecto a la mujer: "esta es ahora huesos de mis huesos y carne de mi carne" Es la compañera perfecta, ideal y salvífica para el hombre. El desprecio de la misma significa su perdición, un hombre sin mujer es un barco a la deriva.


Realmente debemos revalorizar el papel de la mujer, el rol de la misma, su importancia en las sociedades actuales, en la re-composición de las familias, tanto las destruidas como las futuras. El hombre debe darle a su mujer el lugar que merece que no es otro que el de portadora de vida, sostén de la familia, salvadora de la sociedad y de nuestro futuro. Roguemos a Dios para que las familias de hoy puedan asentarse en Cristo resucitado: "si el señor no construye la casa en vano se cansan los constructores".

Hechos 7, 21





"E hicieron aquellos días un becerro y ofrecieron un sacrificio al ídolo e hicieron una fiesta a la obra de sus manos"


Dios mío, sabio eres tu que nos conoces y sabes quienes somos, "mis ovejas conocen mi voz", y por esto nos mantienes en la fe, conociendo tu amor día a día pese a saber que somos pobres siervos que nos hacemos mas que resistirnos a la obra de tus manos. Hemos hecho un becerro de nuestras vidas señor, del dinero, del sexo, del trabajo, de nosotros mismos. Ya no te adoramos mas a tí sino que constantemente nos ensalzamos que queremos ser los reyes de nuestras vidas desplazándote hasta el último lugar. 

Tu eres santo señor y nos conoces, sabes de nuestra debilidad, de nuestra pobreza, de lo mucho que pecamos de pensamiento, de omisión, de palabra...Sabes que somos muy frágiles y que, por mas que intentemos alejarnos de ti tu nos llamas con la fuerza de tu amor. Te hemos dejado fuera de nuestras vidas, el mundo te niega y se revela ante la llamada de tu amor; dice el salmo "mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos", esto señor no se cumple en nosotros. Pero es que no se cumple sencillamente porque el mundo te ha matado, tienen muchos dioses pero ninguno que se asemeje a tí. 

Ninguno de ellos salva señor, solo tu nos salvas del infierno del pecado, del dolor, del sufrimiento, del sinsentido de nuestras vidas. El hombre sufre, yo sufro, la humanidad sufre simplemente porque no te conoce. Estamos engañados buscando la vida donde no está; no hay felicidad en el sexo instintivo, ni en la borrachera así como tampoco en la negación de lo que soy. Allí solo hay sufrimiento, tensión y mucho dolor. Cuando niego mi vida, mi historia no solo niego lo que soy sino que también te niego a tí que "me llamas con la fuerza de tu amor". 

Mi vida está al borde del precipicio solamente porque te niego, niego tu intervención en mi vida y niego que yo solo no puedo. Nadie puede sobrellevar el peso de la cruz por sí mismo, todos necesitamos de Dios, de ti que nos amas. Ya tu Santa Madre Dios mio, María, nos marcó el camino en las bodas de Canaán: "Hagan lo que el les diga". Tu mismo hijo, Jesucristo nos señaló cuál es el camino: "Yo soy el camino, la verdad y la vida". Señor Jesús tu eres la puerta, el hijo de Dios que nos llamas por amor y nos rescatas del llanto, recordándonos que "al ir se va llorando pero al volver de tu seno se vuelve cantando" tus alabanzas.

Dios mío, rescátanos de nuestra pobreza, rescátame a mí de mi pobreza para que algún día pueda entrar en comunión contigo. Perdona que me ensalce y haga de mi un ídolo, un pobre becerro que está destinado a la muerte porque tu lo dijiste: "del polvo has venido y al polvo retornarás". Espero que cuando me llegue la hora señor a mí y a cada uno de mis hermanos tu nos bendigas y tu amor nos acoja. Señor sana a cada uno de los que caminan sin rumbo y recuerda que tu eres "el buen pastor", llámalos a cada uno a tu rebaño para que sean, seamos todos juntos parte de tu rebaño santo. Amén.