miércoles, 11 de abril de 2012

La mujer


Podemos comenzar por preguntarnos ¿Por qué escribir un artículo sobre la mujer? Personalmente considero que las sociedades modernas de todos los países atraviesan actualmente crisis de diversa índole: valores, educación, amor, justicia, etc. Existe hoy día una realidad crítica que nos lleva a preguntarnos ¿Hacia dónde vamos? ¿Qué está ocurriendo? ¿Qué está fallando? Existen ciertos pilares en la sociedad, en la vida de cada hombre que no debe faltar ya que, de ser así generará una crisis en lo mas profundo de su ser, en palabras del filósofo danés Soren Kierkeegard, en su "ser óntico", es decir, en su ser persona.

Las consecuencias de las carencias de valores, fines, metas del hoy las vemos a diario: violencia, muerte, opresión, dolor, sufrimiento. Pienso que en esto todos podemos llegar a coincidir. Donde pueden haber distintos puntos de vista es en cuanto a las causas, es decir ¿Cómo se llegó a esto?¿Qué valores se han perdido? ¿Qué debemos recuperar? Pienso que algunos de los pilares principales  que se deben solventar son: la fe, la familia, la educación, etc. Pero, en este artículo quiero destacar un pilar que ha sido desplazado de la sociedad y que no he mencionado anteriormente o, tal vez, se encuentra implícitamente dentro de lo que es la familia y al cual no se le ha dado la importancia que realmente tiene que es: La mujer.


¿Por qué la mujer? Expresa el libro del génesis: "hombre y mujer Dios los creó" (GEN 1,27) La mujer desde siempre ha estado en el plan de Dios, al igual que el. De hecho tiene la misma dignidad que este último: "a su imagen y semejanza Dios lo creó" (GEN 1,26) Lo que debemos entender es que existe una igualdad  entre ambos ya que son creación de Dios, hijos suyos. Esta realidad (igualdad) no es visible hoy día. Desde los parlamentos que deberían ser sedes de la democracia vemos el bajo número de mujeres senadoras, diputadas y con altos cargos.

Existe una dominación del hombre del ámbito público, socio-económico; en esto último creo que todos coincidimos en mayor o menor medida. Basta solo con observar las listas de personas más ricas del mundo, digo esto solo para tener varios indicadores, en su gran mayoría las personas mas "poderosas" económica y políticamente son hombres. Podemos ver que existe un desorden, es decir, la igualdad no existe en la práctica, ni siquiera en el pensamiento de muchos hombres de hoy día. La fe nos dice que la madre de Dios es una mujer, Dios elije venir al mundo en la fragilidad de un niño nacido de una mujer: "Y el ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios: concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande y será llamado Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará eternamente sobre la casa de Jacob, y su reino no tendrá fin" (LC 1, 26-30) Entonces desplazar a la mujer, quitarle importancia es negar la realidad que nos muestra que una mujer es madre de Dios y que, por otro lado una mujer es nuestra madre. ¿De quién hemos nacido? ¿Quién nos gestó? Debemos reflexionar sobre esto.


La realidad nos muestra que la mujer ha sido desplazada del ámbito público; pero no es esto último lo que debe preocupar al hombre sino, mas bien el hecho de que la misma ha sido removida como pilar clave en la única institución que en la actualidad puede salvar a la sociedad: la familia. ¿Qué es la familia? Este es el lugar en el cual crecemos, aprendemos los valores básicos para convivir en sociedad, allí mismo encontramos consuelo ante nuestras caídas, apoyo, respaldo y comprensión. Sin lugar a dudas son muchas las cosas que recibimos junto a nuestros padres pero...¿Qué ocurre cuando falta este pilar? ¿Quién salva a la sociedad, al hombre si la familia se destruye desde su seno? Existe un proverbio mexicano que expresa: "Toda familia se asienta en una mujer" ¿Qué sucede cuando se olvida esto? Recemos a María, madre de Dios y madre nuestra para que podamos ser humildes y que nuestra familias sean cristianas asentadas en el amor de Cristo y de su santa madre, María.


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